Aun estas en mi mente... {katherine}

Solté un soplido y abrí los ojos de par en par para luego sentarme en la cama. Eran las dos de la madrugada y aún no lograba conciliar el sueño, en lo único que podía pensar era que Katgerine estaba demasiado cerca de Elena y de Isabella... Apenas podía creer que las cosas realmente estuvieran pasando de esa manera... era tan inverosímil que ni siquiera en la peor de mis pesadillas lo habría imaginado.
Solté un largo suspiro y me saque la polera llevando una de mis manos a mi torso para tocarlo suavemente con el dedo indice y corazón secando unas gotas saladas que resbalaban sobre mis pectorales, estaba todo sudado gracias al calor que hacía en mi habitación. Lentamente me levanté y caminé hacia la ventana que daba al balcón, cubierto tan sólo por el pantalón de pijama que era una tela bastante ligera, sin encender la luz pues mis ojos ya se habían acostumbrado a la oscuridad de la noche. Por más que caminara, cazara, durmiera, me emborrachaba no había forma de poder escapar de la pesadilla que estaba viviendo... era como si todo comenzara otra vez...
Salí al balcón tratando de que la suave briza de la noche me acariciara cubierto tan sólo por la luz de la luna que había sido mi gran compañía en este tiempo de absoluta soledad, sólo esperaba que Elena no despertara. Un aroma ibconfundible llego a mi...y sabia perfectamente quien era...

Ya era de noche, y no podía sacarme de mi cabeza la imagen de Stefan dejándome ir en el bosque... Estaba muy nostálgica de los viejos tiempos que no me resistía... No podía pasar mas de unos días sin verlo... Había dejado pasar muy poco tiempo, para pensar... Pero era casi imposible... No existía tema que no lo involucrara... Sentía que mi vida giraba a su alrededor... No quería admitirlo, pero estaba completamente enamorada y perdida en sus acciones...
Mis nervios y sensaciones me llevaron en medio de la noche, hacia la casa de Stefan, aunque sea para poder verlo dormir, porque según tenía entendido y me lo había demostrado, él ya no pensaba en mi... Esperaba que no estuviera con Elena, porque ahí si las cosas se pondrían bastante pesadas...
Caminé hasta su casa, y al ir acercándome, pude notar como el suave viento traía hasta mi su perfecto aroma que me invadía por completo, y cada vez me gustaba mas... Pude ver como salía de su habitación por el balcón... Al parecer tenía muchas cosas para pensar...
Llegué hasta la punta del balcón, y de un gran salto, subí hasta donde estaba él... En la forma que estaba era imposible dejarlo... Vestía solo su pantalón de pijama... Eso parecía una forma de... provocarme a hacer lo que no debía... Traté de distraerme y como él no decía nada, al parecer sorprendido, hablé...
-Stefan.... Luces tan... Lindo...- comenté al hermoso vampiro que estaba parado justo en frente de mi... No podía sacarle la vista de encima...
En ese momento mis pensamientos me llevaban por todos lados, al pasado, futuro... Todo lo recordé en solo un segundo...
-Nos volvemos a encontrar...- le dije tratando de salir de mis ensimismados pensamientos...

- Katherine... - mi voz sonó neutral, no fue un susurro sino que se escucho fuerte y claro, pero tampoco entoné con algún tipo de emoción en particular, sólo fue un conjunto de letras saliendo por mi boca como cualquier otra. Mi mirada se posó en su rostro, el mismo rostro de la mujer dueña de mi corazón, para luego desviarme a su cabello en dónde se encontraba la prueba, aparte de su olor, de que era ella y no Elena: su rulos. Por años estuve obsesionado como estúpido por su sedosa y ondulada cabellera, pero ahora no quedaba más que odio y rencor para aquella mujer que me obligó a amarla, matar a mi padre, convertirme en un monstruo y vivir condenado por el resto de mi eternidad.
Mis ojos lentamente volvieron a los de ellas sin enfocarme en ninguna otra parte de su cuerpo que no fuera su rostro. - ¿No tienes nada mejor que hacer? - solté ante su comentario, el cual no me causo ningun desagrado, pero no queria demostrarlo para darle esperanza alguna conmigo.Hacia tan solo unos dias que nos habiamos encontrado y la idea de tener que verla cerca...tan cerca de mi otra ves me ponia alo nervioso, nervios que quise controlar...pero no pude.-creo que no es ni el momento ni el lugar para vernos...-murmure, recordando que a tan solo unos pasos estaba Elena, aun dormida...en mi cama.

Pude escuchar como se dirigía a mi bastante distante... No quería mostrar lo que sentía para no ilusionarme.. Sabía que él estaba con Elena, lo cuál no soportaba, pero debía empezar a aceptarlo, aunque me costara toda mi vida... Sabía que él ya no me pertenecía, a pesar de que no lo pensara así...
Stefan comentó si no tenía otra cosa que hacer, y luego, sin demostrar nada, dijo que no era el momento ni el lugar para vernos...
-La verdad no tengo otra cosa que hacer... Solo estas tu en mi vida... Sos mi prioridad ahora... Y ahorrate el monólogo de que lo nuestro ya no existe, porque lo escuché millones de veces- le dije un poco burlona... Pero en realidad, lo que decía era cierto...
-¿Porque crees eso? Que pasa, estas con alguien mas?- terminé comentando y asomándome por la puerta abierta de su balcón... Pude ver durmiendo profundamente a Elena... Eso me transformo lo poco humano que había de mi... Había dejado de lado todo pensamiento anterior...
-¿No querés que esté aquí, para no molestar a tu querida Elena? ¿O porqué se debe?- le comenté al vampiro un poco nerviosa... Los celos brotaban de mi fácilmente... No podía controlarme... Debía, pero no podía o quería...
En ese momento se me ocurrieron infinidades de cosas para hacer, pero la presencia de Stefan me lo impedía...

Su respuesta provocó que una de mis cejas se arqueara y caminara unos pasos para situarme al lado de ella apoyando parte de mis brazos y codos en el barandal del balcón mientras que agachaba mi torso un poco mientras juntaba mis manos en el aire, no entendía ese afán que tenía Katherine ahora en ser parte de nuestras vidas cuando hacía 160 años que no le veía ni la punta del pelo, ¿qué se proponía? ¿por qué AHORA? volteé mi rostro y la mire por una décima de segundo en el instante justo en que sus siguientes palabras sonaron en el aire provocando que sonriera soltando un sonido de burla desviando mi mirada al suelo. En mi cama dormia Elena,con quien habia pasado toda la noche.
-Estoy con...- y sin terminar la frase, ella se acerco a la puerta de mi habitacion para ver con quien estaba...
La escuche atento y respondi a su pregunta con otra, intentando descubrir que era lo que queria realmente, pero la respuesta era mas sencilla y obvia que las mias...
- ¿Qué pretendes Katherine? ¿a qué estas jugando? - pregunté con la sonrisa aún en mi rostro pero dejando claro con mi tono de voz de que ya no encontraba divertido jugar con ella, ya no era el niño soñador de hace tantos años atrás, había madurado, aprendido, olvidado... había cambiado...
Lo habia hecho?...seria capas de perder contra los encantos de katherine?...

Pude notar la curiosidad de Stefan... Pero a la vez, con solo una mirada adentro de su habitación mi humor había cambiado por completo... Y él lo sabía y al parecer lo disfrutaba...
En el momento en que Stefan se apoyó en el balcón, recordé las interminables tardes en que me observaba en ese mismo lugar... No tenía idea de lo que daría para volver a esos tiempos, en que estabamos solos, sin que nadie nos molestara...
Entonces pude escuchar que me respondía con otra pregunta... Pero ya le había dicho muchas cosas sobre eso... Y sabía perfectamente la respuesta, pero se la repetiría las veces que fueran necesarias para que lo entienda, y pueda comprender el porqué de mis acciones...
-Lo único que pretendo es poder convencerte de que me sigues amando... Y ya se que tienes una familia ahora, y que conmigo no lo podrías hacer, pero entendeme... Es muy difícil estar en mi lugar... La verdad no te imaginas lo que daría por volver el tiempo atrás y no desaprovecharte cuando me dabas completamente todo tu amor...- le dije al vampiro, que me escuchaba atento... Al parecer, estaba muy confundido... Y en ese momento no me servían... Debía planear algo para que todo se convirtiera en certezas para él, y para mi...
Aunque no lo quisiera aceptar, toda esta situación me confundía... Y por dentro me estaba matando cada día que pasaba... Tenía que demostrar ser fuerte, pero no podía...
-Y no juego a nada Stefan... Solo quiero recuperarte... Y lo sabes...- terminé y me acerqué a él, apoyándome en la baranda del balcón, para acompañarlo..
Sería una larga noche de charlas.. Solo esperaba que Elena no se despertara, para que no nos interrumpiera...
-¿Ya pudiste aclarar lo que pasó la otra noche...? Yo si... No puedo dejar de pensar en eso, y espero que vos tampoco...-

No me moví ni un solo centímetro cuando ella comenzó a avanzar hacia mi , pero el sonido de su voz irónica, sarcástica, tan típica de una mujer como ella fue lo que me hizo girarme quedando con la espalda afirmada en el barandal y mis brazos cruzados a la altura de mi pecho. Desde esa postura podía ser testigo de la hermosura de Katherine iluminada sólo por la tenue luz de la luna mientras avanzaba a paso lento hacia mi.
Dejé que hablara sin interrumpirla en ningún momento, esta era la segunda vez que me decía que me amaba y era la milésima vez que no le creía una sola palabra que salía de su boca, por su culpa me había vuelto un inseguro viviendo a la sombra de mi hermano por mucho tiempo, pero ahora al fin me había liberado y no volvería a caer en lo mismo.
- ¿esperas que te crea? - solté una carcajada bastante fuerte, era obvio que Damon no estaba en la casa o estaba profundamente dormido pues no creía que se quisiera perder una escena como esta - después de quinientos años pensé que mentirías un poquito mejor-. .
mis palabras seguían rudas porque mi lengua era completamente manejadas por mi cerebro, pero mi cuerpo... mi cuerpo no estaba entendiendo lo que mi mente quería... estaba reaccionando por si solo y lo que más deseaba en ese momento era el tacto de la mujer que estaba frente a mí ¿qué estaba mal conmigo?.
-aun estoy tratando...- termine por decir, sabiendo que estaba a punto de perder la batalla y que otra ves me rendiria a los juegos de katherine...

El vampiro me respondió como siempre... Sin ninguna expresión, pero sabía que en el fondo, todavía no se podía resistir a mi... Todo el tema con Elena, era siempre lo mismo, yo tratando de recuperarlo, y ellos dos siguen juntos... La historia se repite una y otra vez...
-Claro que espero que me creas... Te estoy diciendo la verdad Stefan... Y muy dentro tuyo, una parte lucha por querer creerme... Tenés que dejar que esa pequeña parte guíe tus actos... Si alguna vez lo intentás, estaré cerca para comprobarlo...- le dije, acercándome cada vez más a él... Estaba segura de que su cuerpo quería hacer totalmente otra cosa de lo que le dictaba su mente... Pero todavía no era el momento...
- Y con respecto a mis mentiras... Claro que en todo este tiempo mejoré en eso... Pero ahora te estoy diciendo la verdad... Al menos me quedo tranquila de eso... Si no queres creere no lo hagas... Dentro de un tiempo te arrepentirás seguramente... Tal como lo hice yo...- terminé... En ese momento de sinceridad, él no me creía nada... Debería intentarlo más seguido...
-Ya se que no me puedes olvidar Stef... Y yo tampoco... Esta Elena... Ya lo sé... Pero, ¿Y nuestros sentimientos para cuando?...- le dije a Stefan, que al parecer estaba bastante distraído entre sus luchas interiores, entre lo que debía hacer, y lo que sentía...

Una vez terminó de hablar tomé su mano fuertemente y sin dejar de mirarla la acorralé girando nuestros cuerpos para que Katherine quedara apoyada en el barandal y yo frente a ella, por extraño que pareciera quería tentarla...
- Eres insistente Katherine... - murmuré teniendo mi boca a un centímetro de la de ella sin dejar de mirar sus ojos color miel.
Sentía su aliento unirse con el mío mientras que nuestras miradas no se desviaban ni por una milésima de segundo, hacía tanto tiempo que no me veía reflejado en sus pupilas que ya había olvidado lo que se sentía estar cerca de Katherine, era tan absorbente que ni mi mente podía pensar en otra cosa que no fuera en la atmósfera que se había creado entre nosotros como si nada más al rededor pudiera existir.
- Sin trampas? - pregunte al cabo de unos segundos después de escuchar sus palabras, no entendía que le pasaba a mi cuerpo, pero no me dedicaría a pensarlo en ese momento, ya tendría tiempo para meditar mis actos por la mañana. Rápidamente acorté la distancia que nos separaba y la bese con la mayor fuerza que pude, necesitaba saciarme de ella por todo el tiempo que no la había tenido. Mis manos no dudaron ni un segundo en subir hasta su rostro y atraparlo sin salida para poder profundizar más el beso haciendo que mi lengua entrara en el juego y se enredara con la de ella en el interior de su boca, de pronto el tiempo había retrocedido y me encontraba en 1865 otra vez...

Pude notar como escuchaba atento a palabras... Eso me gustaba, y al parecer no podía sacarme la mirada de encima, pero yo tampoco... Era una atracción mutua, que no podíamos evitar... No quería hacerlo, y no me iba a contener...
Pude escuchar claramente sus palabras que salía suavemente de su perfecta boca, que esperaba ansiosa a que la besara... Pero él debía dar el primer paso..
Stefan me provocaba... Me hablaba tan cerca que nuestros alientos se juntaban al hablar... Me acorraló en la baranda, evitando que me moviera... Pero no quería hacerlo... Eso era todo lo que quería... Estar cerca de él... Luego él comentó que esta vez era sin trampas, a lo que asentí rápidamente..
-Claro... Como quieras... Sin trampas, lo prometo...- le dije, y al finalizar la frase, pude notar que se acortaba la distancia entre nuestros cuerpos y que él empezaba a besarme apasionadamente... Todo era tan rápido que lo disfruté al máximo... No iba a ser muy frecuente que Stefan me besara así... Era mas bien reservado, y no quería lastimar a Elena... Pero en ese momento no me interesaba nada mas que lo que pasaba allí entre nosotros...
Pude sentir que él me tomaba con todas sus fuerzas, pero igualmente no me iba a separar de él a menos de que se resistiera... Pude recordar entonces, nuestros antiguos tiempos, cuando todo era pasión y amor entre nosotros...
Quería decir solo unas palabras, para darle más importancia al momento...
-Stef... así te quería recordar... Tan...- me interrumpió con un largo beso... todo era tal cual como antes... Me lo despegué solo unos milímetros y terminé la frase...- Pasional...- y me volví a dejar llevar por ese animal que al parecer estaba bastante sediento y nostálgico de mi... No dejaba de admitir, que hacía tiempo que esperaba ese momento tan... especial y que lo recordaría por bastante tiempo...

No habían pasado ni dos segundos cuando sentí que nuestras manos se unian entrelazando nuestros dedos como antaño, el beso se fue haciendo más y más lento hasta que mis ansias por Katherine aumentaron, no quería ser suave, no quería ser tierno, no quería amor... quería acción, deseo, fricción, calor... quería notar la diferencia, asegurarme de que era Katherine y no Elena. Me fui separando poco a poco a ella sin dejar que la atmósfera se fuera, la tomé de la cintura y en un segundo avancé con ella hacia , aprisionándola contra la pared más cercana mirándola con deseo contenido.
- Ya no soy un niño, Katherine - lentamente mi mano subió a su rostro y aparto un mechón de pelo negro poniéndoselo detrás de la oreja tratándola como si ella fuera la inexperta - Te voy a mostrar en lo que tu me has convertido - mi voz lentamente se fue apagando a medida que mi boca avanzaba hacia su cuello para comenzar a depositar besos por todo su largo atormentándola con mi lengua hasta llegar al lóbulo de su oreja el cual mordisqué suavemente - te mostraré al monstruo salvaje que llevo dentro - susurré antes de aprisionar su boca debajo de la mía de una forma en la que los humanos simplemente no podían hacerlo al mismo tiempo que entrelazaba sus manos con las mías y las afirmaba en la pared por encima de su cabeza imposibilitando que hiciera algún movimiento inesperado mientras que introducía mi lengua en su boca y apegaba mi cuerpo al de ella sintiendo como encajábamos a la perfección, como si fuéramos dos piezas del mismo rompecabezas...

Pude sentir toda la pasión y furia del mundo en esos minutos... Todo era tan rápido, pero a la vez placentero... Estaba tan concentrada en lo que iba a pasar entre nosotros si seguiamos asi, que no me acordé de que en esa casa todavía estaba durmiendo su novia... Pero en ese momento estaba conmigo, y nada interesaba...
Los besos por solo un momento fueron disminuyendo, y en ese momento, Stefan me acorraló en una pared, inmovilizándome... Me dijo que ya no era un niño... Pero lo había notado, era un gran hombre, que se estaba dejando llevar por sus sentimientos reprimidos por tantos años... También comentó que conocería a la bestia en la que lo había convertido... Eso me emocionaba, quería conocerlo de esa forma... No veía la hora de que lo mostrara..
-Perfecto... Te quiero conocer así Stef... Me muero por verte de esa forma...- le dije al vampiro que no me quitaba la mirada de encima, y que al parecer me escuchaba atento...
Todo era fuego, pasión, roce... De pronto, sentí como sus labios pasaban por todo mi cuello y cuerpo, hasta mi oreja... Todo el cuerpo se me encendía a cada paso que daba... Era todo tan... intenso y vampiresco.... Sabía que había fuego en esa relación, nada más que él no la quería aceptar del todo, por no querer herir a Elena e Isabella..
Me dejé llevar por sus besos, cada vez eran más intensos, que ya no podía controlarme... No lo podía soltar, y no sabía en que terminaríamos... Había dos opciones, pero una mas certera que la otra... Stefan parando todo, por su miedo a herir a Elena... y otra la menos probable, haciendo mucho ruido... Pero era casi imposible..
Cada uno de sus dulces y fuertes besos los disfrutaba al máximo, y recordaba el pasado... No había cambiado en nada, solo en un pequeño detalle, su fuerza e incontrolada pasión, me encantaban mas que el anterior...
Esperaba que bajáramos del balcon, para seguir con lo nuestro y no despertar a Elena, que nos arruinaría toda la noche... Esa bestia que había creado, no me arrepentía nada de lo que había hecho, era mejor ahora...
Encajábamos perfectamente en el otro, y al parecer nuestros cuerpos estaban hechos para estar juntos, ya que no se querían separar..

La respuesta de Katherine ante mis caricias hacían que quisiera más de ella, por algún motivo que desconocía estaba haciendo las cosas tal y como yo quería sin tomar las riendas de la situación algo demasiado extraño en una vampiresa como ella, pero no quería pensar en un momento así, sólo quería sentir su cuerpo estremecerse debajo del mío.
Supuse que mi descontrol habia producido algun ruido por lo que me separe de Katherine para poder comprobar que Elena seguia dormida...Tome a katherine de la mano y la guie por mi habitacion...que estaba seguro que ella conocia muy bien.
-Camina sin hacer un solo ruido...hay cosas de las cuales hablar, pero este no es el lugar.-.La mirada de Katherine me indicaba que no habia nada de que hablar, simplemente dejarnos llevar por la pasion que nos envolvia en ese momento.
Que me esta pasando?, pense, pero ya era tarde. Caminamos por el pasillo hasta llegar a la habitacion de huespedes. Mi idea era salir al patio, peroal ver la puerta no me pude contener.
La tomé bruscamente y la deposité encima de la cama prácticamente tirándola, ¿desde cuándo me había vuelto tan brusco? .
Sin esperar un movimiento de invitación por parte de mi ex me lancé sobre ella besándola por casi todo su cuerpo...
¿QUE MIERDA ESTABA PASANDO? Comencé a moverme en la cama de un lado para otro... estaba teniendo una pesadilla...

Abri los ojos y me encontre en mi cama, cubieto de sudor por el exitante sueño que acababa de tener...y con Katherine al lado. Todo habia sido un sueño, pero ahora que en verdad no estaba Elena...que pasaria?.
-Creo que tengo que tener mas cuidado con lo que sueño...parece que se vuelven realidad...-...

Todo estaba pareciendo real hasta para mi... En mi intento de confundir a Stefan, estaba haciendo lo propio conmigo misma... Algo tenía él, que me enloquecía, y me hacía poner muy celosa cuando estaba con Elena... Sabía porque, pero no quería aceptarlo... Por una vez, me había ganado la parte humana dentro de mi... La que dejaba ver una gran debilidad en los vampiros...
Luego de pasar unos minutos engañando a Stefan en sus sueños, aunque parecían muy reales para él y para mi, no eran mas que eso... Sueños... Que podrían tornarse imposibles...
La última parte, como siempre era la mejor... Hice que los dos saliéramos del balcón, pasáramos por su habitación y luego que, sintiéndose muy desesperado y con la necesidad de hacerme suya, me llevara desenfrenadamente a la habitación de huéspedes, y allí... Quien sabe que iba a pasar si no se despertaba.. Tan bien estábamos, aunque sea en el sueño... Ya extrañaba tenerlo así... y la única posibilidad que me quedaba era hacerlo en un sueño...
Cuando despertó, lo hizo bastante sobreexaltado...-¿Alguna Pesadilla Stef?O mas bien un gran sueño...¿Como lo tomas?- Sonreí a su lado y me puse de costado, un perfecto lugar para observar su esculpido cuerpo, y sus delicadas facciones faciales...
-Eso creo Stef... Aunque sería mucho mejor si tan solo no fueran sueños... Además, podrían ser mas... Excitantes...- le dije con un tono bastante sereno y convencido... Me acerqué a él... Estabamos a una mínima distancia... Quería provocar en Stefan lo mismo que en el pasado... Desenfreno, pasion, y hasta amor si lo lograba...
-Pero en la realidad es mucho mejor que en el sueño... No esta Elena, por lo que no hace falta estar en silencio para no despertarla... Asi que... ¿Que piensas Stef... Estamos para un acto "infiel", o sigues siendo tan caballero como antes?- terminé diciéndole, incitándolo a hacer lo que no debía...
Era tan buena esa posición de irónica, que me encantaba... pero a la vez, con algunas personas funcionaba...