Tiempo para pasar en familia. [James & Kath]

Por fil la ultima hora. Los martes tenia solo 3 clases, pero se me hacían insoportables siempre, sobre todo la ultima de Matemáticas. Me mandaba mensajes con Ari, la chica sentada a mi lado mientras mi profesor hablaba sobre algo relacionado con incógnitas y ecuaciones hasta que, nada mas sonar el timbre me levante corriendo, tomando mi bolso y mi carpeta para ir hasta la parada del bus. Mi coche se había estropeado la semana anterior, y quería parar en el centro antes de ir al Centro Comercial para comprar algo de ropa, ya que tenia un cumpleaños aquel fin de semana. Me estaba despidiendo de Ari, cuando vi aparcado cerca del autobús el coche de James con el apoyado sobre la puerta. Me acerque con un sonrisa, poniéndome de puntillas para besar su mejilla. - No sabia que hoy tenia servicio de chófer. - dije soltando una carcajada antes de entrar al asiento del copiloto.

La mañana se me había hecho interminable. Las cosas en la tienda seguían igual y apenas si pasaba un escaso cliente a reponer o cambiar su equipo de caza. Mientras estaba detrás del mostrador mirando directamente a la pared, pensé en que hacía mucho tiempo que no pasaba un rato divertido con mi hermanita...
Y entonces me decidí. Cerré la tienda más temprano, tomé mi auto y conduje directamente hacia su escuela ya que, si no me equivocaba, terminaría sus clases muy pronto.

Esperé pacientemente unos minutos apoyado fuera del auto para que pudiera verme fácilmente, pensando en qué podríamos hacer, cuando la vi salir con su bolso, su carpeta y ese andar despreocupado que tanto me encantaba.
-No es servicio de chofer, Kath, y no te acostumbres- le dije dedicándole una amplia sonrisa y le devolví el beso abrazándola. En cuanto se subió al asiento del copiloto, yo me subí también y puse en marcha mi coche.
-Tan solo pensé que casi no nos vemos durante el día, y ya te extraño mucho; además tengo que ponerme al día de como va tu vida, la escuela, los chicos, las chicas, tus peleas, tus alegrías, tus tristezas, y todo lo demás... es mi deber de hermano mayor...- agregué enseguida poniendo cara seria y madura para luego soltar una pequeña pero sonora carcajada.

-Si tienes otros planes.. bueno.. lo podemos dejar para otro día...- terminé de decirle mirándola a esos lindos ojos que tenía y con la esperanza de que aquella tarde fuera solamente nuestra...

- Callate, por tu culpa es que estoy sin coche, y ademas amas venir a recogerme y presumir de hermana. - dije sacando le la lengua mientras ponia en marcha el coche saliendo del aparcamiento. - No mal interprestes mi reaccion Jamie, me gusta que vengas a recogerme, pero no pense que salieras tan pronto de trabajar. - dije mirandole cuando dijo lo de su deber de hermano mayor y no pude evitar poner mis ojos en blanco. - Anda ya, se supone que tu deber de hermano mayor es hacerme enojar, que peleemos por usar mucho rato el baño y que yo te haga pasar verguenza cuando tus amigas vienen a casa... Pero soy demasiado buena hermana. - dije mirandole con una sonrisa mientras ponia un poco de musica en la radio. - Y donde se te ha ocurrido ir? Mi mayor compromiso hoy es los deberes de trigonometria, asi que soy toda tuya.

No pude evitar sonreír a cada uno de sus comentarios. Mi hermana podía ponerme de buen humor cuando quería y más aún si en ese momento yo estaba con un humor de perros.
-Bueno, déjame decirte que la hora a la que salgo o no de trabajar es cosa mía...- le dije poniendo cara seria y de enojado, que luego transformé en otra sonrisa que le dirigí justo cuando salíamos del aparcamiento de la escuela para comenzar a recorrer las calles de la ciudad.

-Es que te extrañaba, quería pasar tiempo contigo, y me vine... cerré la tienda... daba igual, nadie fue en todo el día, era inútil que me quedara allí esperando...- agregué mientras veía sus ojos ponerse en blanco nuevamente, expresión que me encantaba.
-Además, ¡es cierto todo lo que te dije! Yo estoy a tu cargo ahora...- dije y mi voz se bajó un poco porque no me gustaba hablar de la falta de nuestros padres en su presencia. -Y sí, además de todo eso... también tenemos que pelearnos, y discutir, y avergonzarnos mutuamente, pero eso dejémoslo para otro día.. si ahora eres toda mía te voy a aprovechar. ¿A dónde te gustaría ir? Te llevaré a donde quieras, siempre y cuando esté contigo..- le dije tomando durante unos instantes su barbilla entre mis dedos haciéndole unas cosquillas mientras doblaba en dirección al centro de la ciudad...

Le sonreí y quede pensando a ver donde quería ir... no me apetecía fuéramos ya a casa, por lo que le indique que torciera. - El otro día fui con unos compañeros de clase a una cafetería por aquí cerca, podríamos ir allí, tomar algo y luego ya nos pensamos que es lo que nos apetece hacer hoy. - dije guiñándole un ojo mientras le daba las indicaciones de como llegar. - Que tal te va por la tienda? - le pregunte por mantener una conversación.

El saber que aquella tarde sería toda nuestra para ponernos al día, para hacernos compañía y divertirnos un poco me alegraba muchísimo.
Escuché cada una de sus indicaciones para llegar hasta la cafetería a donde había sugerido ir y mientras conducía, respondí a su pregunta: -Bueno, la verdad todo está bastante tranquilo hoy... pero en general no puedo quejarme. Este lugar es famoso por que a su gente le gusta cazar a todo animal que se le cruce en el camino...- comenté despreocupado -aunque espero que no se les ocurra salir a cazar algún que otro lobo en la próxima luna llena, porque tendrán problemas..- bromeé enseguida riendo.

En cuanto llegamos a donde ella había indicado, nos bajamos y la esperé para que llegara a mi lado en cuanto me bajé para luego entrar ambos a la pequeña pero aparentemente muy cómoda cafetería que no estaba tan abarrotada de gente...
Nos sentamos en una mesa para dos, uno frente al otro y esperamos a que viniera la mesera.
-¿Y tu? ¿Cómo está todo en el Instituto? ¿Qué tal tu día? ¿Cómo va tu vida? ¿Alguna novedad que tengas que contarme? ¿Algo que me ocultas y yo quiero que me cuentes?...- inquirí entre serio y divertido, esperando su respuesta y aún con esa sonrisa que mi hermana siempre sacaba en mí, dibujada en el rostro...