Encuentro con...¿La persona equivocada?(Damon)

Como ya era costumbre, el bosque era un lugar para pensar... Algo no estaba resultando... Me había enterado de la vuelta al pueblo de Damon, y eso desestabilizaba un poco mis planes... No lo esperaba hasta dentro de un largo tiempo... Debía encontrar algo para hacer e impedir que saboteara todo lo que tenía planeado... Siempre él arruinando todo... Ya estaba convenciendo de algo a Stefan, y ahora con Damon... Todo se hacía mas difícil...
Al llegar caminando al bosque, luego de un largo día, lo primero que hice fue localizar un espacio para poder sentarse... Era la mejor posición que encontraba para pensar y deliberar ciertas cuestiones sobre el siguiente paso que daría...
Me acerqué a una gran roca cercana a un árbol... Era casi de noche oscura, por lo que agradecía tener mis ojos aclimatados para ver en la oscuridad...
Mi cabeza estaba un poco confundida, raro en mi, pero las cosas habían cambiado de acuerdo a lo que pensaba... Elena ahora estaría mas protegida con la presencia de Damon... Pero también se desataría un caos entre los dos hermanos por la muchacha... Aunque siempre era el mismo preferido... Y el otro... Quedaba con sed de venganza o siendo el desplazado... Por lo que podía aprovecharme de esa situación... Y cambiar lo que siempre sucedía como una regla...
Entre todos mis pensamientos pude sentir que alguien se acercaba... Alguien de un olor conocido... Me preguntaba quien sería.. ¿Stefan?... Aunque seguro estaría con Elena...
¿De quién se trataba? Mientras trataba de identificarlo, me llevé una gran sorpresa...

Me sorprendió lo fácil que me resultó localizarla. Después de tantos años aún guardaba el recuerdo de su aroma, de su andar, de su voz despreciablemente atrayente. Lo que no recordaba era ni una sóla palabra que haya sido sincera, de eso no había nada, no para mí. Y sólo ahora podía entender que su papel en la actualidad era tan absurdo como el mío. Ella era pasado, no tenía nada que ver en este pueblo ahora. Elena era quien importaba verdaderamente. ¿Quien era Katherine? La patética vampiresa que se divirtió con dos humanos ingenuos, a la que poco le duró el juego, y al fin y al cabo había quedado sola. Ya todos sabíamos quien era y que no merecía la pena.

- Katherine, Katherine.. la vieja y conocida Katherine - exclamé mientras avanzaba por el bosque internándome en la oscuridad, mientras mis pisadas aplastaban toda hierba que se cruzara en mi camino. Cada vez que nombraba su nombre era una vez que aquel viejo y apagado rencor quería resurgir, pero lo mantuve en su lugar, como una fuente que me fortalecía.

Me acerqué sigilosamente por detrás de ella, quien estaba sentada en una roca.
Me puse en cuclillas sin que aún me hubiera visto a sus espaldas y susurré cerca de su oído pero sin tocarla en absoluto - ¿Intentando rememorar viejos tiempos? - solté con un manifiesto desprecio y tono lacónico.

Al parecer la persona que estaba en ese lugar era alguien a quien no esperaba ver ni por casualidad... Damon... Una persona que había sido tan ingenuo en el pasado, pero que se había convertido en alguien bastante sínico y al parecer sin sentimientos... Gracias a lo que le había hecho... Lleno de venganza, que movía todos sus acciones... Casi una persona idéntica a mi... Pero con la diferencia que él caía en cualquier juego y yo no... Debía ser algo bien planeado, y muy convincente...
En el pasado nos sabíamos entender perfectamente, y no hacía falta ningún juego de mentes ni nada de eso... Al parecer su amor era puro, o inocente, no sabía bien cual de las dos... Pero lo que realmente importaba era que todavía era posible volver a despertar eso que alguna vez había sentido por mi... Sólo que estaba lleno de rencor, pero eso con algo seguro se solucionaría...
Luego de escuchar sus palabras en mi oído sonreí... Todavía no había salido completamente de mis pensamientos...
-Damon... Otra vez aquí... ¿Recordando viejos tiempos?- dije mientras me daba vuelta para mirarlo a los ojos, que por cierto eran muy lindos... Pude ver que estaba muy cerca... Alcé una ceja y proseguí...-La verdad necesitaba algo de paz para pensar... cosa que se terminó cuando llegaste... ¿Qué haces por estos lugares? Es de noche y deberías estar cuidando a Elena de algún peligro... Ahora que volviste debes estar constantemente pensando en su seguridad y que ningún vampiro loco le haga daño...- terminé diciéndole con un tono un poco burlista...
Al parecer lo que sería una noche tranquila y de paz, pasaría a ser una larga charla con alguien inesperado...

Cuando volteó a verme me crucé con aquellos ojos que hacía tanto tiempo no veía. Tan similares a los de Elena y a la vez tan distintos. Los de Katherine estaban impregnados de una malicia característica, cuando los de Elena tenían la frescura y fortaleza propia de alguien que recién tenía un par de décadas vividas, tal como debería ser.

- Que dolor interrumpir tu paz, Kath.. aunque creo que extenderé mi dolor un rato más - dije y me incorporé, para moverme hasta el roble más cercano y reclinarme contra él para mirarla desde allí.
- No sabía que tenía que ser guardaespaldas de Elena, aún no recibo mi paga - llevé mis manos a los bolsillos y la examiné con rigurosidad. Me llenó de satisfacción el comprobar que no tenía ni de cerca los efectos que alguna vez había tenido sobre mí. Sí, era inapelable esa atracción que me provocaba, pero sabía que no podría volver a sentir afecto por ella.
- Y en todo caso, ¿qué peligro habría en Mystic Falls aparte de ti? Porque a eso viniste, no toleras que Stefan haya encontrado alguien más en quien poner su atención - tan predecible resultaba ahora. No hay nadie que conozca mejor a la enfermedad que quien la padeció.

Cada momento que pasaba Damon me sorprendía cada vez mas... Las palabras justas en el momento indicado... Tal como siempre lo había sido... Pero ahora sus palabras me llegaban un poco mas cerca... No eran tan efectivas pero bastante punzantes...
Sonreí al escuchar sus primeras palabras... Siempre tan irónico... Pero a la vez me gustaba... Ese permanente juego, idas y vueltas... Pero al alejarse supe que ya no era efectiva sobre él... Al parecer el tiempo y el rencor habían ido de la mano, aumentando cada vez mas... Era un arma que él tenía a su favor, no iba a ser fácil vencerla, si es que lo necesitaba...
Luego de su comentario sobre Elena y Stefan decidí decirle algo que me estaba dando vueltas por la cabeza desde hacía tiempo...
-Ouch... Pero eso solo no me concierne a mi... Creo que vos también volviste por eso, ¿o me equivoco? Porque sino no estarías aquí... Un lugar tan aburrido, para un vampiro "divertido"... Creo que esa fórmula no es efectiva...- le dije con una pequeña sonrisa de satisfacción... Sabía perfectamente el propósito de la visita de Damon a Mystic Falls, como él conocía el mio... Estábamos a mano..
-Pero puedo tener a varios mas que requieran mi atención...- le dije mientras me ponía a solo unos centímetros de él... Sabía que no iba a ser así de fácil... Pero nada perdía con intentarlo...

Debía admitir que disfrutaba sabiendo sus propósitos, anticipándome a lo que ella querría hacer.
Y estaba casi seguro de lo que venía a continuación, por lo que decidí entrar en su juego, pero como partícipe de su mismo bando. ¿Quieres jugar conmigo, Katherine? Muy bien, pero no sería igual que antes. Las reglas habían cambiado.
- O podría haber vuelto por algo más - solté con mi mejor tono desinteresado - era evidente que volverías, y hacía tanto tiempo que no sabía de ti.. - me encogí de hombros. Esto me hacía recordar a las veces en que ella corría entre los arbustos y yo la seguía. Algunas imágenes de esa época se agolparon en mi memoria.

Ella se puso de pie y caminó hasta mí con su estilo clásico y aquella sonrisa que podría derretir a quien se le diera la gana.
- Sé de lo que eres capaz - reiteré mi tono amargado pero con la única intención de confundirla, darle un poco de su propia medicina, que sintiera al menos una fracción de lo que era entrar en un juego de esa índole. Saqué una de mis manos de mi bolsillo y la acerqué con lentitud hasta sus labios, con la mirada perdida en ellos, mostrando tanto de mi antiguo ser como podía, el que estaba perdidamente enamorado de ella. Le di una suave caricia en ellos, delineándolos y relamiendo los míos.

Sonreí luego de las palabras de Damon... No le creía absolutamente nada... ¿Con que sentido iba a regresar para ver a la persona que lo había abandonado en lugar de su hermano?... Era sabido que estaba tratando de confundirme... Pero por el momento seguiría adelante... No perdería nada... Además, podría ser que por casualidad, se confundiera él...
-Mmm... Lo dudo Damon... Creo que ese no es un motivo para que volvieras... Pero si te descuidas... Podrías caer preso en tus mentiras...- le dije con un tono bastante convincente...
Luego de acercarme a él, y escuchar sus palabras, recordé muchos momentos que habíamos vivido en el pasado... Un poco de todo... Y con sus manos en mis labios... Eso si que era increible... Una de las pocas cosas que eran especiales en Damon... Y lo sabía perfectamente...
-¿Lo sabes? Soy capaz de muchas otras cosas que no te imaginas... ¿Y vos, de que sos capaz?- le dije mirándolo fijo a los ojos... Por un momento me perdí en ellos... Eran tan profundos, pero no demostraban el mismo sentimiento que antes... Al parecer me había cambiado por Elena... Siempre era ella... Y debía aceptar que me molestaba eso...
-Parece que ya no eres el mismo de antes Damon... Estas mas frío... Distante... Si fuera en el pasado esto de hablar hubiera durado unos pocos segundos...¿Para que estamos los dos?- le dije mientras dejaba nuestros cuerpos a una distancia mínima... Los dos apoyados en el árbol... Una buena situación para aprovechar... Mordí mi labio inferior suavemente...
Entonces...

Me apresuré a negar ante su descreimiento. Mis pretenciones eran muchas, ¿quería embaucar a la mejor timadora que conocía? Pero aún así continué.
- ¿Mentiras? ¿Qué tiene de increíble que quiera volver a verte? Elena es una copia de la original, ¿por qué conformarme con la copia si puedo intentarlo con la verdadera? - negué al tiempo que chocaba la lengua contra el paladar para aseverar mi negativa. Tomé un mechón de su cabello ondulado en mi mano, era tan sedoso y aromático como recordaba. Era como si fuera una llamada a hundir el rostro en él. Lo eché hacia atrás para liberar su cara.

- ¿De qué soy capaz? - solté una risa que no sonó muy divertida - de unas cuantas cosas - susurré.
- Es curioso todo.. Elena y tu son como Stefan y yo. Stefan te cambió por Elena como tú lo preferiste a él. Estás celosa de ella, tal como yo lo estoy de mi hermano.. nunca dejé de estarlo - atrapé sus muñecas con mis manos, las llevé hasta detrás de su espalda junto con las mías y me volteé para dejarla apoyada contra el árbol.

¿Me estaba retando? ¿Quería probar si podría con ella después de todo? ¿Acaso siquiera dudaba de poder estar hablando con aquel niño tonto?
- Si no crees que aún me pasan cosas muy fuertes contigo estás subestimando tu propio potencial - dije manteniendo sus manos tras su espalda.
- Y no es frío el término.. - la corregí - tienes cierta habilidad para ponerme de malhumor - mi voz sonaba grave, aunque casi en un susurro que acariciaba su piel. Me acerqué a su oído dejando que su cabello se atravesara de forma deleitosa en mi camino - y el malhumor me hace mucho más salvaje, dulzura - de seguido la presioné con fuerza contra la corteza del árbol, dejando que nuestros cuerpos se encontraran con brusquedad. De un diestro movimiento la elevé un poco del suelo y alejé mis manos de las suyas para tomar sus muslos y aferrarla contra mí. Lamí su oreja, justo en el lugar en donde mi aliento había entibiado su piel, y di un mordisco en el lóbulo.

A cada respuesta de Damon a mis preguntas me descolocaba un poco mas... Al parecer estaba un poco interesado en mi después de todo... O al menos fingía muy bien que lo hacía... Pero que mas daba... Tenía razón... Stefan me había dejado por Elena, y yo a él por su hermano... Los dos estabamos en una mala posición para pretender algo que no nos correspondía... Pero no podía darme por vencida... Intentaría algo con Damon, para ver que pasaba...
-No está mal la idea... Y tienes razón, con Stefan ya no tengo mas cabida... Asi que... Estamos en el mismo lugar... Queda en nosotros lo que decidamos hacer...- le dije con una sonrisa pícara en mi rostro, mientras que mi mirada era muy penetrante...
Luego de que él mencionara que lo ponía de muy mal humor reí... Era un comentario bastante desubicado... Pero, al parecer era verdad... Muchos me lo habían dicho... A diferencia que en este caso, lo hacía mas salvaje, por lo tanto mas divertido...
-Me encanta... Asi que acostumbrate a que aparezca en tu vida... Creo que hiciste un comentario que te perjudicará...- le comenté mientras que nuestros cuerpos chocaron bastante fuerte y cambiamos de posición...
A cada paso que él daba, su aliento en mi oído y su pequeño mordisco, hicieron que me estremeciera... Desconfiaba un poco de todo eso... No creía que fuera tan fácil... Seguro sería una sola noche de diversión, sin ninguna relación a futuro...
Cuando sentí que sus manos rozaban mis muslos, lo tomé por el cuello, impidiendo que se moviera...
-¿Asi que para esto estamos? ¿Solo diversión o algo más?- le pregunté con un tono un poco cortado...
Quería saber la respuesta a esa pregunta... Necesitaba conocer exactamente en el lugar que me encontraba...

Fríos, manipuladores y todo lo que fueran pero sus ojos aún así tenían un embrujo especial en mí.
La miré de igual modo, de forma algo perversa. Era una especie de capricho retorcido, casi enfermizo. Se suponía que debía odiarla, pero podía dejar eso de lado con mucha facilidad teniéndola tan cerca. La atracción física que sentía por ella era poderosa. La gran diferencia entre el pasado y la actualidad de todas formas estaba más que clara para mí, no podría sentir por ella más que un deseo corporal, lujuria. Sin embargo tenía que convencerla de que había esperanzas, de que quería volver a tener la ingenuidad de pensar que ella podría amarme.

- ¿Me perjudicará? - alcé el ceño con una media sonrisa maliciosa mientras continuaba aferrándola con firmeza contra mí - ¿de qué forma? Quizás no me importe perjudicarme un poco más - había algo de cierto en eso, ¿qué le hacía una mancha más al tigre?

Bajé desde su oído hasta su cuello marcando un camino de besos intensos, necesitados de ella, desenfrenados.. sentía que hervían mis labios contra su piel en un encuentro delicioso. Hasta que tomó mi cuello y me detuvo.
Aparté mi rostro unos centímetros para mirarla a los ojos. Podía adivinar que los míos ya estarían encendidos. Sí, me resultaba particularmente fácil encenderme.
- ¿Por qué? ¿No te bastó con una vez que quieres jugar conmigo nuevamente? - mi voz me delató, mi control flaqueaba y, aquel dolor antiguo, el que me esforcé por sepultar durante años, resurgía en el momento menos indicado. Ella me había marcado, no era algo que pudiera esconder.
- Todo podría haber sido tan distinto, Katherine - arrugué el entrecejo mirándola con una aflicción que intenté ocultarle.

En cierto modo me gustaba mas el Damon de antes... El actual era muy... Pasivo de alguna forma... Pero de todas formas, al parecer estaba bastante necesitado de mi... Tantos años había pasado, con tanta bronca retenida, y ahora en un solo momento, descargaba todo lo que tenía dentro... Aunque no le creí mucho lo que me dijo... Pensé que tal vez estaba planeando hacerme caer esta vez a mi... Por el momento no lo haría... Pero Damon sabía perfectamente como jugar este juego...
-Lo dudo cariño, yo se lo que eres... Pero de todas formas... Aquí estamos.. Los dos... Solos, sin que Stefan ni Elena nos interrumpan... ¿Este es el momento que estuviste esperando?- le dije mirándolo a los ojos, pero sin hacer ningun movimiento...
Luego de unos fuertes besos, traté de seguirlo, pero no me era posible... Mi cabeza funcionaba aparte de mi cuerpo... Pensaba mucho en lo que estaba por hacer... Mientras que mi cuerpo solo pedía algo diferente...
Ante su respuesta a mi pregunta sobre para que estabamos, sonreí, recordando muchas cosas de mi pasado con Damon...
-El juego ya pasó... Ahora son un poco mas... seria en cuanto a las relaciones... Y si... Todo podría haber sido distinto... pero si me lo permites, puedo ayudarte a cambiar el concepto que tienes de mi... En estos años, cambie un poco Damon... Y la verdad, no me arrepiento de nada que hice... Pero ya esta eso ahora... ¿Basta de juegos?- le dije mirando a sus ojos, que me penetraban, me perdía en ellos... Una de mis debilidades se estaba mostrando... Pero una de él también... Estaba muy dolido, por lo que había pasado...
Pasé una de mis manos por detrás de su espalda...
-¿Más tranquilo? Te aseguro que ya no habrá mas nada del pasado... Odiame si necesitas... pero hazlo de una vez...- terminé y esperé un comentario...

Sus palabras volvían a sonar como promesas, unas tras otras se agolpaban en mi mente. Ya las había escuchado tiempo atrás, había fantaseado con ellas e incluso había hecho planes ingenuos e inalcanzables. Obviamente sin esa nota de garantía de no defraudarme. Sentía que se estaba esforzando más por convencerme de algo que no lograría que por complacerme siguiéndome el ritmo.
"Yo sé lo que eres" aseguró con toda convicción. Detuve los besos paulatinamente, pero aún escondiendo mi rostro entre su cabello.

"El juego ya pasó." Llegaba con esos aires de insuperable y me proponía ser la que marque cuando quería jugar y cuando quería acabar con el juego, usándome como su títere, la ficha que mueve a su antojo según lo que desee. ¿De verdad era tan ingenua de pensar que iba a creerle y aceptar una sola palabra de lo que decía?
Rocé mis labios contra su piel ocultando una sonrisa maliciosa y susurré contra ella un -Yo creo que.. - llevé mis manos a su cabello, por su nuca, para enredarlas allí con intensidad - no tienes ni idea de quien soy - susurré con un tono sumamente grave y gélido. De inmediato clavé mis dientes en su piel y con mis manos ya bien aferradas giré su cabeza con salvajismo hasta romperle el cuello. Sólo para dejarla inconsciente ya que a su corazón lo iba a dejar intacto en su lugar, no me interesaba acabar con ella. No por el momento, no sin antes darle a conocer que ya no era el mismo. No había nada de eso.
- Te dije que me ponías salvaje, dulzura - dejé caer su cuerpo inconsciente sobre la tierra sin ningún cuidado y me limpié los restos de su sangre con la mano de los labios.

Mientras me acomodaba la ropa la miré allí tendida con un aire de pena por ella.
- Sí Katherine, el juego acabó, pero porque yo lo decidí - suspiré y le eché un último vistazo - dulces sueños - musité y me perdí entre la espesura vegetal con una mezcla de frustración por haberme topado con la misma manipuladora de siempre, y por otro lado satisfacción, por haberme podido probar a mi mismo que realmente las cosas habían cambiado.

Al parecer no había sido tan convincente con mis palabras... Damon no me creía, y tenía derecho a hacerlo... Porque tenía razón... Lo nuestro, pasado o presente, siempre sería un juego... Debiamos aceptarlo... Siempre había sido Stefan, y todos lo sabíamos... Me daba lástima porque hasta Elena lo había dejado por su hermano... El bueno, al que todos querían...
"yo creo que.... No sabes quien Soy..." fué lo último que pude oir en ese momento... Las palabras resonaban en mi mente...
Damon me tomó desprevenida, y con un movimiento me rompió el cuello... No pude evitarlo... Estaba muy cerca... Pero de esto no iba a quedar así... Ya me conocería enojada..
Mientras trataba de volver de mi inconsciencia, pude escuchar palabras de Damon... No muy claras, pero ya no interesaba... El se alejaba...
Cuando logré ponerme de pie, sentí que ya no estaba... Pero necesitaba ir a buscarlo... Nadie me hacía esto... Y si no me dejaba hacer lo que tenía que hacer, la iba a pasar muy mal, si es que no llegaba a matarlo...
Salí en su busca... Iba a tardar en encontrarlo, pero seguramente lo haría...